Definitivamente sí, siempre y cuando estés bajo supervisión profesional.
Es obvio que el cuerpo de una mujer embarazada cambia cada día del periodo de gestación, el cambio más evidente es la aparición de la barriga y el aumento de peso; esto va unido generalmente a la retención de líquidos que tantos dolores acarrea. ¿Cómo actuar para que nuestro cuerpo sufra lo menos posible durante estos meses y se recupere relativamente rápido y fácil? Entrenando con un profesional, un entrenador personal que sepa qué ejercicios puedes hacer y cuáles no.
Un embarazo sano debe ir acompañado de un programa de actividad física en el que se debe prescribir ejercicio cardiovascular y de fuerza, de intensidad moderada/vigorosa unos 30 minutos al día. Este debe adaptarse en base a los cambios anatómicos y fisiológicos, a la condición física previa y a la semana de gestación. Con un entreno guiado por un profesional (ya sea a través de un entrenamiento personal online, o entrenamiento personal presencial) y adaptado, se minimizarán los riesgos y patologías asociadas al embarazo.
La práctica de ejercicio regular durante el embarazo supone un beneficio importante para la mayoría de las mujeres y comporta unos riesgos mínimos. Estas son las principales ventajas de realizar ejercicio durante estos meses:
- Reduce el dolor lumbar, el insomnio, las rampas y los edemas.
- Disminuye el riesgo de sufrir diabetes gestacional, preeclampsia y estados hipertensivos.
- Mejora la condición física materna y consecuentemente conlleva una disminución de la fatiga en las actividades cotidianas.
- Se controla mejor el aumento del peso corporal y los depósitos de grasa.
- Mejora el estado físico y mental.
- Mejora el concepto de imagen corporal.
- Favorece el trabajo de parto y disminuye los partos distócicos y las complicaciones obstétricas.
- Favorece una recuperación más activa después del parto.
Recuerda que debes acudir con un médico especialista antes de iniciarlo y siempre acudir a tus citas de control.